El boom, no era una granada de fragmentación. La noticia que estalló como una bomba en México y Europa sin duda lo es la contratación del Chicharito Javier Hernández, el nuevo crack mexicano que irrumpe en una de las dos ligas más importantes del mundo: La champion League del Reino Unido, precisamente en uno de los mejores clubes del soccer, los Diablos Rojos del Manchester United.
El chicharito definitivamente viene a romper con la tradición ratonera de los hombres en el ataque de la escuadra tricolor, que siempre se quedaban en promesas de un nuevo líder que llevara a México a los primeros sitios del panorama mundial del deporte más popular del mundo, el fút. Ahí tenemos los casos malogrados de un Peláez, un Zague, Carlos Hermosillo, Luis Hernández, Luis García, Borgetti, Omar Bravo, Pedro Pineda, Francisco Kikin Fonseca y Miguel Zepeda. Todos ellos, en un momento de sus carreras llegaron arañar la gloria futbolística, pero siempre, por alguna razón “jamaicona” se quedaron en el camino.
El Chicharito en su incipiente carrera, a los 21 años es ya una figura que sobre sale en una nueva generación de jóvenes internacionales como Carlos Vela, Giovanni y Jonathan Dos Santos, el Principito Guardado y párele de contar, los demás “europeos” no juegan regularmente en sus equipos. En ésta temporada Javier Hernández lleva 10 goles con su equipo original Chivas y 4 con la Selección Nacional en 3 partidos efectivos, lo que ha sido un pinchazo en el trasero de la prensa deportiva global para voltear a verlo. Lo que demuestra que la vitrina europea no siempre es la más transparente para ser observado.
Rafael Márquez; Hugo Sánchez y Cuauhtémoc Blanco son veteranos que se les cocina aparte. Seguramente esta pléyade de chamacos los van a superar, pero hasta hoy, no hay nada escrito para ellos sobre la grama de los coliseos europeos.
La lección aquí, es la metodología de Sir Alex Ferguson utiliza antes de llevar a nuevos valores a su institución con la mayor de la probabilidades de éxito. Para Ferguson no basta que un jugador tenga potencial, o sea un buen jugador. No. Tiene que ser excepcional en todos sentidos. Esto es, un entorno familiar sólido en el jugador elegido, de buenas costumbres y un ambiente personal sano que da como consecuencia una persona honesta dentro y fuera de las canchas con mentalidad positiva. Por añadidura, Javier tiene facilidad de palabra y habla el idioma de Shakespeare con bastante soltura, lo que abonó en su favor para aceitar las negociaciones.
Por todo eso, la contratación del Chicharito en Veracruz no fue una bomba, fue un bálsamo que venía a curar a una afición herida con tanto fracaso en todo sentido. Cuando se armó el equipo con Cuauhtémoc por delante, la idea era un equipo triunfador con estadio a reventar aclamando no al Cuau, sino a los candidatos en esta jornada electoral. En contrapunto, el Tiburón fracasó estrepitosamente, no sólo no calificó sino que el equipo se derrumbó materialmente. Bueno, el efecto dominó hizo que se cayera hasta la bursatilización del erario, eso se llama tener una directiva norteada, que de fút evidentemente no sabe nada. Pero no son humildes y jamás lo aceptarán.
El beisbol no levanta. La gente no va al estadio, cuando Veracruz puerto tiene abolengo y varios peloteros en el Salón de la Fama. No funcionó la pre temporada en Cuba y adolece de la falta de un gran estadio en Veracruz acorde a la estatura de su estirpe ¿Usted cree eso?
La promoción deportiva en todos sus rubros no funcionó en proporción al enorme potencial deportivo que tenemos. La situación se concentró en el negocio más que en la necesidad de formar nuevas generaciones de figuras que nos dieran triunfos en la contienda internacional. En vez de traer “estrellas” de otras latitudes, debemos formar cantera sobre las que cincelemos obras maestras en el futuro próximo. Ahí está precisamente el ejemplo de Chivas con el Chícharo Hernández. Ahora Jorge Vergara, tiene sus millones de dólares, prestigio, asociación con el Manchester United y hasta un nuevo estadio. ¿Cómo la ven?
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